En primer lugar, nuestros corazones están con aquellos en todo el mundo afectados por el coronavirus (COVID-19). El director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., que asesora al país sobre salud pública, ha indicado que el riesgo para el público en general sigue siendo bajo y alienta a los estadounidenses a seguir con sus vidas. Las empresas y las comunidades locales están adoptando un enfoque mucho más personal. Muchas empresas, escuelas y otras organizaciones están recomendando a sus empleados que trabajen desde casa y que los estudiantes se queden en casa o utilicen el aprendizaje en línea para ayudar a prevenir el contagio la expansión del coronavirus.

Estamos viendo un número sin precedentes de usuarios remotos en los servicios de Internet públicos y domésticos que acceden a los recursos de su empleador y la escuela. Esto expone a las organizaciones a un mayor riesgo por parte de usuarios remotos. Los departamentos de TI están monitoreando el ancho de banda de la red, las VPN y los controles de acceso para asegurarse de que los empleados puedan continuar haciendo su trabajo. Esto está ejerciendo presión sobre la infraestructura de la organización y los diversos proveedores de Internet.

Desde el punto de vista de los empleados, ¿tienen una infraestructura adecuada en casa para trabajar de forma remota?

  • ¿Sus velocidades de internet son lo suficientemente rápidas? Al suscribirse a un servicio, la mayoría de los usuarios buscan velocidades de descarga rápidas para poder transmitir contenido, pero para un trabajo desde el hogar, las velocidades de carga también son críticas.
  • ¿Cuál es su límite de ancho de banda? Si uno o más padres trabajan desde casa, los niños están aprendiendo en línea porque las escuelas han cerrado (hay varios casos de esto) y al mismo tiempo que (Read more...)